Con la finalidad de que exfuncionarios públicos trabajen en empresas privadas relacionadas con el sector en el que se desempeñaron en el gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la Ley de Austeridad Republicana plantea una veda de 10 años.
El mandatario explicó en conferencia que actualmente la ley permite a los exfuncionarios trabajar con firmas privadas luego de un año de haber dejado su cargo público, hecho que ha considerado que no debería suceder así, ya que por ser servidores y contar con información sobre el Estado Mexicano, podría existir conflictos de interés.
“Se va a hacer para los funcionarios que dejen sus cargos, Chapulines fifís, brincan, chapulines conservadores, a trabajar a las empresas relacionadas con ellos, con el desempeño que tenían, como el caso del sector energético”, aseveró.
Lo anterior, luego de que ayer el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, dio a conocer una lista de exfuncionarios en los sexenios de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón que participaron en la “etapa de destrucción” de la empresa con negocios o como trabajadores de firmas relacionadas con la materia.
López Obrador llamó al Congreso a discutir y aprobar la Ley Federal de Austeridad republicana para así extender la veda a exfuncionarios de uno a 10 años.
La iniciativa que plantea el titular del Ejecutivo federal precisa en su artículo 28: “Esta Ley establece una separación categórica entre la función pública y los intereses particulares. (…) Dicha separación se realizará con el establecimiento de fideicomisos ciegos, cesión de derechos y otras figuras legales, que prevengan los conflictos de interés durante el tiempo que ocupe el cargo público y lo menores habiendo transcurrido 10 años posteriores a su separación”.