Ya lo ha dicho en varias ocasiones, Zermeño no cambiará a ninguno de sus colaboradores, no importa el número de denuncias que tengan en su contra, lo cual evidencia el amiguismo aplicado por el político panista.
Para muestra, un botón. Pedro Luis Bernal ha sido parte del círculo cercano de Zermeño desde 1997 y en la actual administración fue nombrado director de Vialidad y Tránsito de Torreón sin tener experiencia en el campo.
Bernal es muestra clara del tipo de personas de las que se rodea el alcalde; arrogante, prepotente y rijoso. Hay que señalar que apenas llegó al cargo, tomó por costumbre llegar al estadio uniformado, solicitando entrada gratis. También hacía uso de una Harley Davidson propiedad de la Dirección, para trasladarse a su casa y quedarse con ella el fin de semana entero.
Cuando las quejas llegaron, no tuvieron empacho en hostigar a los ciudadanos denunciantes. En 2018, debido a que Jorge Zermeño buscaba la reelección, ya hubo quejas y agresiones en contra de ciudadanos, pero había cierta contención, pero en 2019, ya instalados como un segundo gobierno de tres años, Pedro Luis Bernal se desató y cumplió la consigna de duplicar la cantidad anual de ingresos por concepto de multas en contra de la ciudadanía.
Empoderado, con todo el apoyo de su amigo y jefe, Pedro Luis Bernal comenzó a aplicar al interior de la Dirección a su cargo una política muy agresiva hacia el personal, con un trato personal grosero y aplicando varias de las más viejas prácticas.
Fue acusado públicamente por una de las agentes de maltrato laboral y agresión sexual, pero lejos de apoyar a la mujer y llamar la atención a Bernal Espinoza, Jorge Zermeño la descalificó y desestimó el comportamiento de su funcionario.
Los únicos cambios de importancia que se han dado en el gobierno municipal son los del tesorero, Hernán Sirgo, quien presentó su renuncia voluntaria por diferencias con los propios hijos de Jorge Zermeño, y los señalamientos tan grandes de la Auditoria Superior del Estado, que encontró inconsistencia en el gasto público por 180 millones de pesos, tan solo en el ejercicio de 2018.
El otro funcionario que tuvo que dejar la Dirección de Fomentó Económico fue Fernando Jaime, debido a denuncias abiertas de corrupción y a un problema serio de alcoholismo, pero fue reubicado como encargado del área administrativa del SIMAS.
Fuera de esto, no importando lo que hagan o cómo lo hagan, no ha habido ningún otro cambio en el actual gobierno municipal de Torreón.